Kevin Spacey escuchó este viernes detalles de las graves imputaciones de violación, agresión y tocamientos sexuales que le han llevado a ocupar el banquillo de los acusados de una sala del Tribunal de Southwark, en el sur de Londres. Afrontaba la segunda jornada completa del juicio, que comenzó el miércoles y está previsto que se prolongue durante cuatro semanas, cuando la abogada fiscal, Christine Agnew, asestó el primer golpe sonado del proceso al describir al actor como un "abusador sexual".
Agnew pidió a los 12 miembros del jurado que no se dejaran nublar por la aureola de un artista "extremadamente famoso", merecedor de dos Oscar y otros grandes galardones por su trabajo en American Beauty y Sospechosos habituales, entre las películas destacadas. La letrada hizo hincapié en el lado oscuro del astro caído de Hollywood que, según expuso, es un "hombre que no respeta el espacio ni los límites personales, un hombre que parece deleitarse haciendo que los otros se sientan impotentes y a disgusto: un acosador sexual".
Spacey niega todos los cargos y se siente "desconcertado y muy dolido" ante el caudal de alegaciones. Su abogado, Patrick Gibbs, habló brevemente para refutar cada uno de los doce presuntos delitos sexuales denunciados por cuatro individuos.
Las ofensas se habrían perpetrado en distintos domicilios de Londres y la campiña inglesa entre 2005 y 2013. La más grave, por penetración sexual no consentida, lleva una penalización máxima de cadena perpetua. El resto de los cargos -por agresión sexual, agresión indecente, actividad sexual no consentida- pondrá una vez más a prueba la reputación, la moralidad y el prestigio del ex galán del cine estadounidense.
Spacey ha superado con relativo éxito procedimientos civiles de naturaleza sexual interpuestos en Estados Unidos. Fue declarado inocente en unos casos, otros se saldaron entre bastidores o la acusación fue retirada a última hora. Aun así, su nombre permanece ausente en los títulos de crédito de las grandes producciones cinematográficas. En Londres responde al juez Mark Wall y los equipos de abogados con su identidad oficial, Kevin Spacey Fowler.
"El señor Spacey Fowler abusó del poder y la influencia que le aseguraron su fama y su reputación, se aprovechó de su popularidad e importancia, de su influencia y faceta ilustre", alegó la representante legal de los denunciantes. De acuerdo con Agnew, el actor elegía y presuntamente abusaba de sus víctimas "cuando le venía en gana".
El arco temporal de las acciones sexuales denunciadas en Inglaterra coincide con los años en que Spacey dirigió el teatro londinense Old Vic, entre 2004 y 2015. Hubo quejas sobre su conducta que se trataron de ocultar hasta la eclosión del movimiento #MeToo, casi una década después. Scotland Yard reabrió la investigación el año pasado y el caso se reforzó con nuevas acusaciones de un cuarto varón. Los acusados tienen garantizada el anonimato en procesos de naturaleza sexual.
Se aprecia un flujo constante en el curso de las acusaciones escuchadas este viernes. Spacey se acercaría a un individuo en un pub o en una recepción, entablaría conversación e iniciaría una serie de tocamientos, desde la pierna, al trasero y al pene. En otras ocasiones, el entonces director de teatro invitaría a un grupo de conocidos a continuar la juerga en su residencia, donde les ofrecía alcohol y "cannabis". El acusador número tres alega que se quedó dormido en un sofá y cuando se despertó Spacey estaba abusando de él.